miércoles, 29 de abril de 2009

‡† El beso del Vampiro †‡


Me dejo llevar mecido en la ternura de sus ruegos, y así camino descalzo sobre el linóleo frío al tacto de mis pies desnudos.

Está esperando en la ventana a que le abra; y sin tardanza lo hago.

Esperanzado, anhelando que me estreche entre sus brazos y que cumplan las promesas que su boca hizo: entregarme el manto de la noche, regalarme la mirada de la luna. Hacerme como él, un ser eterno.

Y me envuelve con su cuerpo.

Y me acoge en su regazo.

Y así, enterrando sus labios en el hueco de mi cuello, me hace suyo.

Y se lleva la esencia de mi cuerpo.

Y me roba la vida de las venas convirtiendo mi carne en cascarón vacío

Entonces hiere su blancura inmaculada y su sangre, oscura y brillante, brota por la boca de la herida hacia mí, que espero ansiosa la oportunidad que se me brinda.

Y le hago mío.

Y me llevo la esencia de su cuerpo.

Y le robo la vida de las venas. Una vida que no puedo robar, porque soy yo quien le pertenece. Por siempre. Ya que eternamente seré El Vampiro.

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