1.En ésta árida selva de acero y piedra yo levanto mi voz para que escuchen. Al Este y al Oeste yo pregono. Al Norte y al Sur yo muestro una señal proclamando: ¡muerte al débil, riquezas para el fuerte!
¡Abran los ojos para que puedan ver, hombres de mentes enmohecidas, y escúchenme, millones aturdidos!
2.¡Me mantengo fuera para desafiar la sabiduría del mundo; para interrogar las “leyes” del hombre y de “Dios”!
3.Yo exijo razones para tu rueda dorada y pregunto el porqué y la causa de tus diez mandamientos.
4.¡Antes que ninguno de tus ídolos dibujados yo incliné ante la esencia de todo, y aquel que dice “vosotros debéis” es mi enemigo mortal!
5.¡Yo hundí me dedo índice en la sangre acuosa de tu impotente mal redentor, y escribí sobre su frente rasgada por espinas: “el VERDADERO príncipe de la maldad- el rey de los esclavos!
6.¡Ninguna mentira blanca es una verdad para mí, ningún dogma sofocante va a usurpar mi lápiz!
7.¡Yo rompo con todas las convenciones que no conduzcan a mi éxito terrenal y a mi felicidad!
8.¡Yo me levanto en una gran invasión a lo que se toma por fuerza!
9.Yo clavo la vista en los ojos vidriosos de tu temible Jehová, y le arranco la barba; yo levanto un hacha y parto su cráneo comido por gusanos!
10.¡Yo hago explotar los lívidos contenidos de las sepulturas blanqueadas filosóficamente y me río sardónicamente!
miércoles, 29 de abril de 2009
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